Era un hermoso atardecer, el bosque cubierto de la hermosa nieve blanca, la luz del sol apenas penetraba entre los grandes pinos, el se encontraba sentado, casi oculto, abrazado por la fría sombra de los árboles, observando cómo su vida se desvanecía poco a poco.
Al caer el crepúsculo, caminó de nuevo sin rumbo alguno, la luz de la luna llena le iluminaba el camino, y de pronto entre las sombras junto con un viento helado apareció una bella mujer, parecía que el destino los puso en el mismo lugar, los dos se miraron fijamente, tuvieron esa sensación de conocerse hace ya mucho tiempo, fue el renacer de su vida.
Fue amor lo que estos dos seres sintieron esa noche, su vida cambio, pero ella escondía un secreto, una enfermedad incurable que pronto terminaría con su vida, nunca se lo dijo a él, no quería verlo sufrir. El día que ella tanto temía por fin llegó, cayó en cama, y al pasar una semana murió, pero antes de que ella muriera él le prometió, que la esperaría allí, en ese lugar del bosque donde encontró la razón de vivir, abrazado por el viento helado que sintió cuando la conoció, e iluminado por la luz de la luna.
1 comentarios:
maestro mis resptetos :) soberbio
saludos
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